
Hola Lucema,
La emisión de acciones es el proceso contrario a la recompra (más o menos).
La empresa necesita capital, y para ello crea de la nada nuevas acciones, aumentando el número total de acciones en circulación. Y por ende, diluyendo tu participación. Es decir, surge de la necesidad, como dices.
No tiene por qué ser totalmente algo malo. Hay algunos momentos en los que puede tener sentido:
– Si quieres que entre un accionista de referencia muy importante, le haces “hueco” dándole acciones. Imagínate que Warren Buffet se te acerca y dice que quiere invertir en tu negocio, por ejemplo.
– Si necesitas el dinero para realizar una expansión o compra que te va a dar más retorno que el potencial de revalorización de tus acciones.
– Si la cotización está excesivamente alta (muy por encima del valor intrínseco), podrías vender arriba y luego recomprar cuando caiga…