Los Locos de WallStreet

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Buenos días, Andy

El caso de las preferentes es muy curioso. Para empezar, por el tipo de activo, que es poco común y que hace que responder a estas preguntas sea más difícil que con otros activos.

Apunte: esto ya es una pista en sí mismo; si nos encontramos ante un activo que no tiene respuestas ‘cláras’… mejor nos lo pensamos dos veces antes de contratarlo.

 

Dicho esto, qué eran las preferentes:

Las llamaban un “activo híbrido”, porque tiene características de renta variable y también de renta fija. De renta variable tenían que no hay un cupón fijo ni una promesa. La entidad que las emitía se comprometía a pagar el cupón si se cumplían ciertas condiciones (normalmente asociadas a la obtención de beneficios). Pero no eran acciones, porque no otorgaban derechos de voto o control sobre la gestión de la entidad.

Yo las definiría como deuda perpetua condicional: es decir, me parecen más similares a un producto de renta fija, aunque el pago del ‘cupón’ esté sometido a determinados requerimientos (y el uso aquí del término cupón sería problemático; pero lo hago porque creo que es el que más se entiende, aunque técnicamente no sería preciso al 100%).

¿Liquidez? ¿Perderlo todo? En el caso de las preferentes las dos ideas venían unidas: si la entidad quebraba o no tenía beneficios, el inversor podía perderlo todo (o no cobrar nunca ese ‘cupón’). Y la liquidez dependía de que hubiera inversores en un mercado secundario que durante años funcionó muy bien, pero que un día se secó.

A cambio de estos puntos… la rentabilidad que ofrecían en los buenos momentos eran bastante elevada. Por eso fueron tan populares en los años previos al estallido de la burbuja.

Un saludo!!

Domingo