Introducción y modelo de negocio
Gulf Keystone Petroleum (GKP) es un operador de oil&gas con activos (Shaikan) en la región del Kurdistán Iraquí. La empresa empezó la producción comercial en este yacimiento, que es uno de los mayores de la región, en 2013, y desde entonces han escalado las operaciones y la creación de valor al accionista de forma increible. Su participación (equity) en Shaikan es del 80% y, con las cifras de producción de 2022 (44.2k boe/d), estiman que las reservas del yacimiento cubrirían 28 años de explotación.
La comercialización de su producto se realizaba a través de la Iraq-Turkey Pipeline (ITP), un oleoducto que conectaba Erbil, capital de la región, con el puerto de Ceyhan y que, como veremos más adelante, ha sido objeto de disputa y conflicto político en los últimos años.
La estrategia de GKP, hasta el año pasado, presentaba un claro foco en el crecimiento, con una ambiciosa campaña de perforación y ramp-up, que les permitió alcanzar los 55k boe/d de producción en marzo de 2023, pero que se vio truncada de forma abrupta y traumática el 25 de marzo del año pasado. Con el fallo de la Cámara de Comercio Internacional a favor de Iraq (de nuevo, más adelante entramos en detalle), se secó el flujo a través de la ITP, causando una disrupción total de las operaciones de GKP. Shaikan se cerró completamente el 13 de abril y todas las actividades de expansión se redujeron rápidamente para disminuir gastos y preservar la liquidez. Desde entonces, han conseguido redirigir parte de sus volúmenes al mercado local, aunque los precios de venta son muy inferiores (~28$/b).
¿Qué podemos esperar a partir de ahora en términos de producción, precio y retorno al accionista para $GKP?
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