Los resultados del tercer trimestre de 2025 de Dynacor revelan una historia más compleja de lo que sugieren sus cifras récord. La compañía, especializada en el procesamiento de mineral de terceros en lugar de operar minas propias, registró ventas de 100,5 millones de dólares, un aumento del 32% interanual que marca un nuevo máximo histórico. El impulso vino directamente del mercado: los precios realizados del oro alcanzaron niveles no vistos en años, lo que permitió un salto considerable en los ingresos. Sin embargo, detrás de este crecimiento aparente se esconde una paradoja: más ventas no significaron más rentabilidad.
Un Modelo de Negocio sin Apalancamiento Operativo
El EBITDA apenas aumentó un 1%, hasta 9,0 millones de dólares, frente a los 8,9 millones del mismo trimestre del año anterior. Y lo más llamativo: el margen bruto cayó del 13,6% al 11,7%. En apariencia, un contrasentido. Si el oro sube, ¿por qué los beneficios no lo hacen? La respuesta está en la naturaleza del negocio de Dynacor.
A diferencia de una minera tradicional, Dynacor no tiene apalancamiento operativo. Su modelo no depende de extraer oro propio, sino de comprar mineral a terceros, procesarlo y revender el metal refinado. Esto significa que sus costes se mueven casi en paralelo con el precio del oro: cuando el metal sube, también lo hacen los costes de adquisición del mineral. La estructura de gastos es flexible, pero también limita la expansión de márgenes. El resultado es un negocio estable y rentable, aunque menos explosivo en los ciclos alcistas.
Los Costes de la Expansión Internacional
En este trimestre, la presión sobre los márgenes operativos también vino de dentro. Los costes de personal y las inversiones en nuevas plantas en Ecuador y Senegal —que aún no generan ingresos— añadieron cerca de 1,5 millones de dólares en gastos adicionales. Es un ejemplo clásico de crecimiento que penaliza los resultados a corto plazo para fortalecer la base a largo plazo. Sin estas integraciones, el EBITDA habría sido sensiblemente superior.
Aun así, el beneficio neto se mantuvo sólido en 5,5 millones de dólares, apenas por debajo de los 5,9 millones del año pasado, pese a registrar gastos no recurrentes por 0,6 millones. Una prueba de resiliencia operativa en un entorno de costes crecientes.
El Indicador Clave: Cash Gross Operating Margin Récord
Más allá de las cifras contables, un indicador clave resume mejor la fortaleza de Dynacor: el cash gross operating margin, que alcanzó un récord de 440 dólares por onza equivalente de oro (AuEq). Este margen mide la rentabilidad operativa directa de la actividad antes de amortizaciones o ajustes no monetarios, y demuestra que el negocio base sigue generando valor sostenido incluso cuando el entorno contable se ve afectado por mayores gastos.
El Impacto del Capital de Trabajo
Sin embargo, el inversor atento notará una discrepancia: ¿por qué el flujo de caja operativo no refleja esa mejora? La respuesta está en el capital de trabajo (working capital), un factor que en este trimestre actuó como freno. En el modelo de Dynacor, el proceso de negocio requiere pagar por adelantado el mineral, procesarlo y vender el oro resultante semanas o meses después. Este desfase temporal provoca que, incluso con márgenes estables, la caja real se resienta.
De hecho, el flujo de caja operativo antes de cambios en el capital de trabajo se mantuvo casi plano en 6,6 millones de dólares, pero tras ajustar por esas variaciones, la conversión a caja efectiva se redujo. No se trata de un deterioro estructural, sino de un efecto de ciclo, propio de un modelo intensivo en circulante. A medida que las nuevas operaciones entren en ritmo y el oro procesado se transforme en ventas cobradas, este efecto debería revertirse parcialmente.
Fortaleza Financiera y Señales de Confianza
A pesar de estas tensiones de corto plazo, la posición financiera de Dynacor sigue siendo muy sólida. La compañía mantiene un balance prácticamente sin deuda, con una gestión disciplinada de costes y una estructura ligera que le permite adaptarse rápidamente a las condiciones del mercado. Este trimestre, la dirección demostró además su confianza en el futuro del negocio al anunciar un programa de recompra de acciones, una señal inequívoca de que considera infravalorado su valor intrínseco.
El contraste entre crecimiento y rentabilidad se explica, por tanto, por tres vectores: un modelo de negocio sin apalancamiento operativo, una fase de expansión internacional aún inmadura, y un ciclo de caja temporalmente desfavorable. Ninguno de estos elementos cuestiona la calidad del negocio subyacente; más bien, refuerzan la imagen de una empresa que crece con prudencia y control.
El Diferencial Competitivo de Dynacor
En los últimos años, Dynacor se ha posicionado como un referente mundial en procesamiento de oro artesanal y de pequeña escala, operando bajo estándares ambientales y sociales que la diferencian de competidores informales. Su fortaleza no reside en la especulación del precio del oro, sino en mantener márgenes constantes y escalabilidad operativa. El mercado tiende a olvidar que, a diferencia de una minera con costes fijos altos y volatilidad de producción, el modelo de Dynacor ofrece una estabilidad casi industrial.
Inversión Estratégica para el Futuro
El trimestre también refleja el coste inevitable del crecimiento. Las nuevas plantas en Ecuador y Senegal suponen un paso estratégico para diversificar el riesgo geográfico y aumentar la capacidad futura de procesamiento. En la actualidad, esos activos generan gasto, pero no ingresos; en el futuro, podrían transformar la escala de la compañía. Es el tipo de transición que los analistas suelen penalizar a corto plazo, pero que construye el apalancamiento operativo del mañana.
Otro aspecto clave es el manejo del capital humano y logístico. Dynacor ha ampliado su plantilla para gestionar nuevos países y cumplir con las regulaciones locales, incrementando el gasto en salarios y capacitación. A la vez, los costes de transporte y energía se han elevado globalmente, presionando la rentabilidad. Sin embargo, el hecho de que la empresa mantenga márgenes positivos en este contexto muestra una ejecución eficiente y disciplinada.
Balance de los Primeros Nueve Meses
Mirando el conjunto de los primeros nueve meses del año, Dynacor acumula ventas cercanas a los 300 millones de dólares, con una rentabilidad neta estable y una base operativa en expansión. Si bien la compañía no disfruta del efecto multiplicador de una minera tradicional en un mercado alcista del oro, tampoco sufre las caídas abruptas cuando el ciclo se invierte. Su perfil defensivo y su capacidad para sostener dividendos y recompras en entornos volátiles la sitúan en una categoría particular dentro del sector: la de las “gold refiners” independientes, negocios estables, generadores de caja y con poca exposición al riesgo geológico.
El Reto: Convertir Expansión en Flujo de Caja
El reto inmediato será convertir la expansión en flujo de caja tangible. A medida que Ecuador y Senegal comiencen a producir, los márgenes podrían recuperar parte del terreno perdido, y la generación de caja libre (FCF) volver a crecer. Además, con el precio del oro rondando máximos históricos, el potencial de mejora sigue latente, aunque Dynacor no dependa directamente de la cotización del metal para sobrevivir.
Conclusión: Estabilidad como Ventaja Competitiva
El trimestre deja una lectura clara: ventas récord impulsadas por el oro, margen operativo estable pese al aumento de costes, flujo de caja afectado por capital de trabajo, y crecimiento orgánico en marcha con un balance sólido.
La paradoja del crecimiento de Dynacor radica en que crecer puede parecer un obstáculo temporal para los márgenes, pero en realidad es una apuesta por la consolidación de un modelo sostenible a largo plazo. No hay apalancamiento operativo, pero sí una ejecución disciplinada y una estrategia de expansión meditada.
En un sector minero donde muchas empresas persiguen el oro con deuda, promesas y riesgos geológicos, Dynacor se distingue por convertir la estabilidad en ventaja competitiva. Su crecimiento no busca multiplicar beneficios de forma explosiva, sino mantener la rentabilidad mientras amplía su huella global. Y en un mundo donde los inversores persiguen el próximo “boom”, a veces el verdadero valor está en quien sigue ganando incluso cuando el ciclo no acompaña.
Así, los resultados del tercer trimestre confirman una tesis central: Dynacor no depende del precio del oro, sino de su propia eficiencia. Y en un mercado que premia la paciencia y penaliza la impaciencia, esa es una ventaja que, con el tiempo, puede pesar más que cualquier rally de cotización.
Preguntas frecuentes
¿Por qué Dynacor no se beneficia más del aumento del precio del oro?
Dynacor opera un modelo de negocio diferente al de las mineras tradicionales. Al comprar mineral de terceros en lugar de extraerlo, sus costes de adquisición aumentan en paralelo al precio del oro, limitando la expansión de márgenes. Este modelo ofrece estabilidad pero menos apalancamiento operativo en ciclos alcistas.
¿Qué impacto tienen las nuevas plantas en Ecuador y Senegal?
Las nuevas operaciones en Ecuador y Senegal añadieron aproximadamente 1,5 millones de dólares en gastos adicionales durante el trimestre sin generar ingresos aún. Sin embargo, representan una inversión estratégica para diversificar el riesgo geográfico y aumentar la capacidad de procesamiento futura.
¿Es preocupante la caída del margen bruto de Dynacor?
La caída del margen bruto del 13,6% al 11,7% responde a una combinación de costes de expansión y efectos del capital de trabajo, no a un deterioro estructural del negocio. El cash gross operating margin alcanzó un récord de 440 dólares por onza, demostrando que la rentabilidad operativa subyacente se mantiene sólida.
¿Cómo afecta el capital de trabajo al flujo de caja de Dynacor?
El modelo de Dynacor requiere pagar el mineral por adelantado y esperar semanas o meses hasta vender el oro procesado. Este desfase temporal crea presión sobre el flujo de caja operativo, especialmente durante fases de crecimiento, aunque el efecto debería revertirse a medida que las nuevas operaciones maduren.
¿Qué señala el programa de recompra de acciones anunciado por Dynacor?
El programa de recompra de acciones es una señal clara de confianza por parte de la dirección en el valor intrínseco de la compañía. Indica que, pese a las presiones temporales sobre márgenes y flujo de caja, la empresa considera que sus acciones están infravaloradas y mantiene una posición financiera sólida sin deuda significativa.

